Introduction week: viernes

El día empezó con un montón de charlas a las que no asistí dado que el hambre ya empezaba a ser intolerable y por fin tenia bici para ir a comprar. Una cosa que se me ha olvidado es que la primera vez que intenté pagar con la tarjeta me di cuenta de que no me sabía el pin, y en ese momento ya pensé que iba a tener que sobrevivir con el poco dinero que me había traído. Pero mi mama fue al banco y no se cómo la dieron el pin de mi tarjeta, así que ya sabéis, las madres pueden controlar vuestro dinero, no os enfadéis con vuestras madres. Una vez ya con pin pude ir al ikea a sacar dinero y comprar la sabana, además de desayunar unas ricas tortitas. El tema de sacar dinero en ikea es simple: te cobran como si les hubieras pagado con 2000 coronas con la tarjeta, y si lo que te has comprado te ha valido 100 pues te devuelven las 1900 coronas restantes y te evitas la comisión que te cobra visa. O eso espero, el próximo mes veremos.
Así que ha eso de las 2 p.m. mi vida había mejorado notablemente: empezaba a ahorrar dinero para pagar el piso, había comprado comida y bueno, no tenía sabana de abajo, pero en fin, todo no se puede de una vez, y ya fui a lo que me quedaban de charlas por la tarde.
Después ya tocaba otra vez sociabilizar. Primero cocinamos en grupos: a nosotros nos toco hacer muslos de pollo al horno. Mientras se asaban estuvimos jugando a un juego de cartas del francés curioso, cambiamos e-mails etc pero en fin todo esto es lo de menos. Una vez ya en la kantine la gente de pronto y sin venir a cuento (un par o tres cervezas quizás) se desató: primero empezaron algunas mesas a hacer el jueguecito este de palmas que haces gestos y cuando te equivocas bebes, y en el resto de las mesas empezamos a enseñarles de que iba el tema. Después de comer (todo asqueroso por supuesto) dijeron quien había ganado el juego de las torres: Nosotros!!! Y de regalo nos dieron unas chucherías intragables y un cubo de chocolates y toffes que se dejaban comer según cual. Al final me sentía un poco como papa-noel tirando toffes a todas las mesas. Y un poco después y sin venir a cuento para nada se montó una conga inmensa que iba dando vueltas por la kantine. Ya para finalizar la noche fuimos a la sala de fiestas, que era así en plan fiestas de tu pueblo, un tío poniendo música en un rincón y la gente bailoteando por ahí. Atención a los temazos: La macarena, aserejé (english version I think), saturday night ninini naninanina (creo que está bastante claro cual es, si no piensa en cuando teníamos 14 años o así), y luego ya Riky Martin, JLo, Sakira y cosas así pero solo las versiones en ingles. Aún así me sentía como en casa. De pronto el francés de nuestro grupo se lió a hacer break-dance en todo el medio, y además bastante bien. El tal Mattew (que por eso me he quedado con su nombre) era un tio bastante timidillo y tirando a soso, de verdad que verle en el suelo dando vueltas fue algo impresionante. Así de pronto a todo el mundo se le quitó la timidez de los 3 primeros días y estaban como locos, menos los españoles, que nos limitábamos a fliparlo en colores. El problema es el alcohol: la cerveza es carísima, 20 coronas, y los destilados prefiero incluso no saber cuanto cuestan, y la verdad sin estar borracho la fiesta no es lo mismo. Lo cierto es que con este horario se aprovecha un montón el día, a eso de las 2 estábamos todos matadísimos y ya nos fuimos para casa. De todas formas cuando estábamos aún en la puerta el bar cerró y no me sentí mal por irme pronto.